ORIGEN DE LA FOTOGRAFÍA DE LA PÁGINA 12 DEL “PADRENUESTRO EN IMÁGENES”


Hace unas navidades, estando en la ciudad de Antequera, mi hermano Francisco se ofreció para llevar a mis dos hijas y a un servidor a visitar el Torcal de Antequera. El Torcal es el principal paisaje kárstico de Europa. Es un parque natural geológico, de una belleza extraordinaria, forjado por diversas fuerzas geológicas a lo largo de los millones de años. Mi hermano Francisco es un guía experto en la zona, tanto en su geología como en los organismos que lo pueblan. 

 Al terminar la preciosa ruta que había diseñado mi hermano, volviendo a la zona del aparcamiento, de pronto nuestro guía nos llamó la atención ante el inusual fenómeno que el cielo estaba ofreciendo en esos momentos. Las condiciones meteorológicas estaban propiciando el que se formara un gran círculo de luz debido a la refracción de la luz del sol al atravesar una determinada capa de la atmósfera. Este fenómeno se pudo ver desde otros puntos próximos en Andalucía. Tal fue su entidad, que mereció ser mostrado en algunos telediarios.
 
Al hacer el libro del Padrenuestro en imágenes, me vino a la memoria como una de las fotos de partida. El sol en el centro representaba a Dios. El círculo de luz, el efecto de su gracia, creadora y santificante. La vegetación a contraluz que aparece en la parte inferior simbolizaría la Creación, debida a Dios, participando de su ser, lo que le permitiría mantenerse y mostrar la perfección de su Hacedor y Mantenedor.


Es una imagen sencilla, pero de gran belleza natural, sin ningún tipo de artificios ni de tratamiento informático. Creo que muestra claramente lo que indico en el párrafo anterior.