Hoy,
4 de septiembre, la Iglesia celebra a un gran santo, uno de los más populares y
queridos: san Francisco de Asís. Son numerosas las representaciones que, a lo largo
de la historia, han querido manifestar algunos de los valores que mostró el
santo en vida o que ha despertado en tantas personas de fe.
Una
de las que más me ha impactado es “el abrazo de san Francisco”. La primera de
ellas fue pintada por Murillo para el Convento de los Capuchinos en Sevilla. A
partir de entonces, se ha vuelto a interpretar en numerosas ocasiones,
utilizando otras técnicas artísticas como la escultura. Incluso se ha llegado a
realizar en serie. Y fue con una de estas imágenes seriadas como entré en
contacto con esta interpretación del amor del santo de Asís por su Señor.
Fue
en la capilla que poseen los PP. Franciscanos en la ciudad de Cartagena donde
tuve la primera referencia del “abrazo”. A la derecha del altar mayor, una escultura
de más de un metro llama poderosamente la atención, gracias también a un foco
que la hace sobresalir en la luz ambiente. En mis muchos ratos de oración en
dicha capilla, especialmente cuando, por la mañana temprano, hay poca luz y
solo están puestos los focos, la mirada se dirige al “abrazo” y lo escudriña y
analiza… con el corazón de la fe. Numerosos detalles te hacen vivir el amor que
san Francisco tenía al Señor y a la cruz. Pisando el globo terráqueo, el pobre
de Asís rompe con el mundo y sus valores y se abraza a Cristo en la Cruz. Y el
Señor no se queda atrás, sino que desclava su mano derecha y le devuelve el
abrazo, fundiéndose ambos en uno solo. La escena es de una belleza física y,
sobre todo, espiritual, sin parangón, que sobrecoge el alma y la transporta a
la esfera del Amor, depositándola a los pies de Dios Trinidad.
Queriendo
recoger las experiencias vividas, pedí permiso a Fray Antonio Trucharte, miembro
de la comunidad, para realizar las fotografías que tenía en mente (en mi
interior). Obtenida la autorización,
traté de captar la intimidad del momento, las miradas cruzadas, los
gestos… Fruto de esta maravillosa experiencia fotográfica es la foto 3 de
EL CREDO EN IMÁGENES.
Por
acuerdo con el editor del libro, no subo a internet ninguna de las fotos del
libro. En este caso voy a mostrar otras que realicé ese día.